Como artista, Cristina Toledo está interesada en transformar la naturaleza de la imagen a través de un proceso de traducción: obtiene material fotográfico desconocido y crea interpretaciones pictóricas con gran ingenio sobre lienzo. La artista se inspira en una variedad de imágenes que ha recopilado de fuentes dispares, incluidos el paisaje digital, los recortes de prensa y las fotos de archivo. Agrupadas temáticamente, aluden a motivos recurrentes en la obra de la artista, como la memoria pública y privada, la representación de la identidad, el género y los mecanismos de control que nos imponen fuerzas visibles e invisibles.
Para su exposición actual, Toledo comenzó con la creación de una serie de pinturas basadas en una fotografía de la época victoriana que retrata a un grupo de mujeres que esconden el rostro para escenificar el duelo. Este gesto de ocultación contradice la idea clásica del retrato que existe para exaltar a la persona representada, identificándola como una persona notable. Intrigada por este descubrimiento inicial, la artista comenzó a buscar imágenes adicionales, tomadas entre mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, que de alguna manera subvierten las expectativas del retrato. El resultado es el ensamblaje de la exposición, en su mayoría mujeres, niños o individuos que dan la espalda al espectador y que nos dejan anhelando una narrativa, una historia de fondo de las poses y los velos.
Para Toledo, el acto de pintar sirve como antídoto contra la avalancha de imágenes efímeras y adimensionales que encontramos en nuestra vida diaria. A medida que explota los mecanismos de la pintura, jugando con las densidades para resaltar lo que está oculto o para agregar al ropaje visual, la artista da vida a los sujetos y transforma una imagen fotográfica en un signo críptico y poético. A través de un proceso de re-materialización, una mezcla de pigmento y aglutinante sobre un soporte, Toledo crea intimidad con los extraños en los retratos, incluso cuando estos se vuelven más misteriosos con sus identidades ocultas.
Cristina Toledo (Gran Canaria, 1986) se licenció en 2004 en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, ciudad en la que reside actualmente. Actualmente expone “Delusion” en Cámara Oscura, Madrid, y entre sus otras exposiciones individuales más recientes cabe destacar: “Una búsqueda infinita” en Pep Llabrés Art Contemporani, Mallorca (2020); “Archivo de sombras” en Sala Robayera, Cudón, Cantabria (2020); “El síndrome de Norma Desmond” en Centro de Cultura Antiguo Instituto, Gijón (2019); “Lo que se oculta” en Galería Javier Silva, Valladolid (2019); “La emoción secuestrada” en Galería Tournemire, Madrid (2019); “Una historia victoriana” en DA2 (DOMUS ARTIUM 2002), Salamanca (2018) y “Sacrifice” en Galería Javier Silva, Valladolid (2017).